Diario de un pez trás el cristal: La Belleza en sí

Luce el sol, los árboles se mueven por el viento suave que recorre cada milímetro de los parques y jardines,
las calles están llenas de gente con prisa, no paran a mirar a los que caminan a su lado,

somos extraños que recorremos todos los días, el mismo recorrido, a la misma hora,! que solitarios !
pero yo me paro, los veo caminar, observo sus rostros, se por sus ojos si son buena gente o son malvados
y miro sus ropas y observo sus dispares manos, darán caricias, serán sus ojos de los que hablan sin decir nada ...
... serán sus oídos los que escuchan a los demás
no se si mi importa, o, si paso de todo indiferente.
y me pongo a hablar conmigo mismo y me regaño
y valoro lo que tengo, lo que tube y lo que tendré
y no hablo de dinero sino del alma, de las personas
me digo a mi mismo que soy muy tonto ,eso me dicen y yo al escucharlos ni les contesto, soy así y me siento contento conmigo mismo, nada compensa muchas veces, tanto sacrificio, en salud, en tiempo, en dinero, eso lo sé solo compensa lo que en tu alma te llevas, sonrisas miradas llenas de agradecimiento, solapadas gracias, que sin saberlo ellos me dan felicidad, paz, amor y yo les doy algo mejor, el tiempo que dedico cada instante.

Y al caer en la cama mi alma está llena de paz interior y habla dentro de mi y me dice, tranquilo haz lo que puedas
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------

“El recto modo de abordar las cuestiones amorosas: empezar por las cosas bellas de este mundo, teniendo como fin la belleza en su conjunto, y, valiéndose de éstas como de escalas, ir ascendiendo constantemente, yendo de un cuerpo bello a dos, y de dos a todos los cuerpos bellos, y de los cuerpos bellos a las bellas normas de conducta, y de ellas a las bellas ciencias, y partiendo de éstas, hasta la ciencia de la belleza absoluta, y llegar a conocer por último lo que es la Belleza propiamente en sí.