( TU mi hombre, TU mi néctar, TU… mi todo. )
Podredumbre... Éxtasis bañado en sangre... mmm, eso es lo que me suscita tu imagen entre mis brazos.
Te diriges a mi bailando con cada atisbo de aire... Crees en lo mas profundo de tu pecho que es un juego de placeres teñidos de pasión... Me encanta que pienses eso.
A medio camino entre el cielo y el infierno me encuentras, yo, alma carroñera, ladrón de néctares, soy para ti sustento.
Que inocente recipiente de vida.
Ahora acaricias mi pecho con grácil excitación... melosa carne dibujando en mármol frio.
Contoneándote acudes a mi regazo buscando algo mas que un acercamiento.
Te abrazas a mi cuello para hacerme sentir lo que antaño se asemejaba a un escalofrió. Sintiendo tu cálido cuello en mis labios me conquistas, me das pie a que te muestre algo más que serenidad.
Abro la boca y tú, percatándote de ello, nublas tu mirada esperando respuesta a tu cortejo.
Yo me dejo llevar y empiezo a acariciar cada poro de tu piel con el marfil afilado siempre invisible tras mis labios. Sin poder remediarlo traspaso tu fina piel intentando tener algo más de ti. Tú, estremecido y sin dar crédito me dejas profundizar. Yo, ensimismado no permito que nada me arrebate ni el momento ni el rojo carmesí bajo tu piel. Por fuera empiezas a parecerte a... el mismo color. Poco a poco te desvaneces, tus párpados caen y tus pulmones exhaustos descansan plácidamente sobre mis brazos. Ya no hay marcha atrás. Tras el último exhalo de vida te deposito inerte y con la mirada perdida sobre el suelo. Yo, me alejo sereno. Tu, yaces sereno el acto ha finalizado
Te diriges a mi bailando con cada atisbo de aire... Crees en lo mas profundo de tu pecho que es un juego de placeres teñidos de pasión... Me encanta que pienses eso.
A medio camino entre el cielo y el infierno me encuentras, yo, alma carroñera, ladrón de néctares, soy para ti sustento.
Que inocente recipiente de vida.
Ahora acaricias mi pecho con grácil excitación... melosa carne dibujando en mármol frio.
Contoneándote acudes a mi regazo buscando algo mas que un acercamiento.
Te abrazas a mi cuello para hacerme sentir lo que antaño se asemejaba a un escalofrió. Sintiendo tu cálido cuello en mis labios me conquistas, me das pie a que te muestre algo más que serenidad.
Abro la boca y tú, percatándote de ello, nublas tu mirada esperando respuesta a tu cortejo.
Yo me dejo llevar y empiezo a acariciar cada poro de tu piel con el marfil afilado siempre invisible tras mis labios. Sin poder remediarlo traspaso tu fina piel intentando tener algo más de ti. Tú, estremecido y sin dar crédito me dejas profundizar. Yo, ensimismado no permito que nada me arrebate ni el momento ni el rojo carmesí bajo tu piel. Por fuera empiezas a parecerte a... el mismo color. Poco a poco te desvaneces, tus párpados caen y tus pulmones exhaustos descansan plácidamente sobre mis brazos. Ya no hay marcha atrás. Tras el último exhalo de vida te deposito inerte y con la mirada perdida sobre el suelo. Yo, me alejo sereno. Tu, yaces sereno el acto ha finalizado
Una vez que promediaba,
triste noche, yo evocaba,
fatigado, en viejos libros,
las leyendas de otra edad.
Yo cejaba, dormitando,
cuando alla, con toque blando,
con un roce incierto, debil,
a mi puerta oi llamar.
triste noche, yo evocaba,
fatigado, en viejos libros,
las leyendas de otra edad.
Yo cejaba, dormitando,
cuando alla, con toque blando,
con un roce incierto, debil,
a mi puerta oi llamar.
...suena el Diablo mismo
y mi lumbre arroja al suelo
su ancha sombra pertinaz,
y mi alma, esa sombra
que alli flota fantasmal,
no ha de alzarse, Nunca mas! ...................
--------------- Primero y Últimos versos : EL CUERVO ... Edgar Allan Poe -------------