tiririiiiii tiririiiii

jueves, 28 de abril de 2011

¿qué es el amor?

El amor hay que sentirlo.



Uno de los niños de una clase de educación infantil preguntó:

  • Maestra… ¿qué es el amor?
La maestra sintió que la criatura merecía una respuesta que estuviese a la altura de la pregunta inteligente que había formulado. Como ya estaban en la hora del recreo, pidió a sus alumnos que dieran una vuelta por el patio de la escuela y trajeran cosas que invitaran a amar o que despertaran en ellos ese sentimiento. Los pequeños salieron apresurados y, cuando volvieron, la maestra les dijo:
  • Quiero que cada uno muestre lo que ha encontrado.
El primer alumno respondió:
  • Yo traje esta flor… ¿no es bonita?
A continuación, otro alumno dijo:

- Yo traje este pichón de pajarito que encontré en un nido… ¿no es gracioso?

 

Y así los chicos, uno a uno, fueron mostrando a los demás lo que habían recogido en el patio.
Cuando terminaron, la maestra advirtió que una de las niñas no había traído nada y que había permanecido en silencio mientras sus compañeros hablaban. Se sentía avergonzada por no tener nada que enseñar.
La maestra se dirigió a ella:
  • Muy bien, ¿y tú?, ¿no has encontrado nada que puedas amar?
La criatura, tímidamente, respondió:
- Lo siento, seño. Vi la flor y sentí su perfume, pensé en arrancarla pero preferí dejarla para que exhalase su aroma durante más tiempo. Vi también mariposas suaves, llenas de color, pero parecían tan felices que no intenté coger ninguna. Vi también al pichoncito en su nido, pero…, al subir al árbol, noté la mirada triste de su madre y preferí dejarlo allí…
Así que traigo conmigo el perfume de la flor, la libertad de las mariposas y la gratitud que observé en los ojos de la madre del pajarito. ¿Cómo puedo enseñaros lo que he traído?
La maestra le dio las gracias a la alumna y emocionada le dijo que había sido la única en advertir que lo que amamos no es un trofeo y que al amor lo llevamos en el corazón.



El amor es algo que se siente.

Hay que tener sensibilidad para vivirlo.






















martes, 12 de abril de 2011

El rojo de sus alas ...

 

 

El rojo de sus alas harán renacer el mas allá


Cada mota de tu canto dio vida
a cada centímetro inmenso del paraíso;
cada vuelo de tus alas fue inmenso
y sin embargo las flamas te causaron una herida.

Mal augurio fue anidarte en un rosal,
pues sus espinas condenaban tu destino;
simplemente ni el paraíso es perfecto
ni la piedad la cualidad de un rayo colosal.

Pero tu tenacidad y tu valor te salvaron;
a tu cría y a ti las llamas rojas consumieron
pero el vuelo eterno a tu alas compensó
por aquel acto de tanto amor y valor.

Eterno, eterno ser de luz y de fuego;
símbolo pagano más religioso que crearon,
genialidad y superioridad, muestra de esfuerzo;
ejemplo más claro de eternidad en silencio .....


A mi fiel guardian ... a mi fiel compañero ... siempre junto a mi ... Fénix.



Brilla hasta en la oscuridad.
Y el corazón me dice que es verdad.
Sin tus sentimientos...Moriría la ilusión
Sin tus sentimientos don Quijote no tendría imaginación
Sin una razón...sin un sentimiento, sin un anhelo ... moriría la pasión.

lunes, 4 de abril de 2011

Puerta del cielo.

Un hombre, su caballo y su perro iban por una carretera.
Cuando pasaban cerca de un árbol enorme cayó un rayo y los tres murieron fulminados.
Pero el hombre no se dio cuenta de que ya había abandonado este mundo, y prosiguió su camino con sus dos animales (a veces los muertos tardan un cierto tiempo antes de ser conscientes de su nueva condición).
La carretera era muy larga y colina arriba. El sol era muy intenso, y ellos estaban sudados y sedientos.
Caminando
En una curva del camino vieron un magnifico portal de mármol, que conducía a una plaza pavimentada con adoquines de oro.

El caminante se dirigió al hombre que custodiaba la entrada y entabló con él, el siguiente diálogo:

- Buenos días.
- Buenos días – Respondió el guardián.
- ¿Cómo se llama este lugar tan bonito?
- Esto es el Cielo.
- ¡Qué bien que hayamos llegado al Cielo, porque estamos sedientos!
- Usted puede entrar y beber tanta agua como quiera.
Castillo
Y el guardián señaló la fuente.

- Pero mi caballo y mi perro también tienen sed…
- Lo siento mucho – Dijo el guardián- pero aquí no se permite la entrada a los animales.

El hombre se levantó con gran disgusto, puesto que tenía muchísima sed, pero no pensaba beber solo.
Dio las gracias al guardián y siguió adelante. Después de caminar un buen rato cuesta arriba, ya exhaustos los tres, llegaron a otro sitio, cuya entrada estaba marcada por una puerta vieja que daba a un camino de tierra rodeado de árboles. A la sombra de uno de los árboles había un hombre echado, con la cabeza cubierta por un sombrero. Posiblemente dormía.
Casa
- Buenos días – dijo el caminante.
- El hombre respondió con un gesto de la cabeza.
- Tenemos mucha sed, mi caballo, mi perro y yo.
- Hay una fuente entre aquellas rocas – dijo el hombre, indicando el lugar. Podéis beber toda el agua que queráis.
El hombre, el caballo y el perro fueron a la fuente y calmaron su sed.

El caminante volvió atrás para dar las gracias al hombre.
- Podéis volver siempre que queráis – Le respondió éste.
- A propósito ¿Cómo se llama este lugar?- preguntó el hombre.
- EL CIELO.
- ¿El Cielo?
- Sí.
- Pero si el guardián del portal de mármol me ha dicho que aquello era el Cielo!.
- Aquello no era el Cielo. Era el Infierno – contestó el guardián.
Fuente
El caminante quedó perplejo.
- ¡Deberíais prohibir que utilicen vuestro nombre! ¡Esta información falsa debe provocar grandes confusiones! – advirtió el hombre.

- ¡De ninguna manera! – increpó el hombre – En realidad, nos hacen un gran favor, porque allí se quedan todos los que son capaces de abandonar a sus mejores amigos.
(Paulo Coelho).


Jamás abandones a tus verdaderos amigos aunque eso te produzca inconvenientes personales. Si ellos han estado dándote su amor y compañía has contraído una deuda: “No abandonarlos nunca“, porque:


Hacer un amigo es una Gracia
Tener un amigo es un Don
Conservar un amigo es una VirtudSer un amigo es un Honor









Oda / Poema a la dulzura, al honor, a la fidelidad ... a mi perro.

No temas mi señor: estoy alerta
mientras tú de la tierra te desligas
y, con el sueño tu dolor mitigas,
dejando el alma a la esperanza abierta.




Vendrá la aurora y te diré: “despierta,
huyeron ya las sombras enemigas.
Soy compañero fiel de tus fatigas
y celoso guardián junto a tu puerta.


Te avisaré del rondador nocturno,
del amigo traidor, del lobo fiero
que siempre anhelan encontrarte inerme.


Y si llega con paso taciturno
la muerte, con mi aullido lastimero
también te avisaré... ¡descansa y duerme!